Cuando decidí ir a Australia, en la lista de objetivos apunté: «ver las dos K«. «Ver las dos K», para mí, significa ver Koalas y Kangaroos.
Al llegar a Australia, me enteré que no era la única que venía con esta idea. De hecho, me di cuenta que nadie quería irse de Australia sin ver un Koala y un Kangaroo. Ahora pienso que es una obsesión que tiene cualquier persona que viajar a este país.
Durante las primeras semanas, me dediqué a preguntar a los «aussies» todo la información que podía ayudarme a saber exactamente lo que tenía que hacer para verlos: lugares, horas, hábitos, alimentación, épocas…
Cuando mi cerebro tuvo toda la información, empecé la fase de busca y captura. En este caso, digo captura en términos fotográficos. No nos engañemos, en primero lugar, queremos vivir la experiencia de ver estos animales en directo pero, en segundo lugar, queremos capturar el momento en una foto que demuestre al resto del mundo – y a nosotros mismos en un futuro- que lo hemos conseguido.
A veces no es fácil y depende muchísimo del lugar dónde estés viviendo. En mi caso, lo primero que vi en Byron Bay fueron unos pequeños kangaroos llamados wallabies, ¡Fue emocionante! Pero no era mi objetivo.
Estaba obsesionada con verlos, e incluso preocupada…no era la única. Muchos de los estudiantes de la escuela BBELS decidieron apuntarse a la excursión que la escuela regularmente hace al Zoo de Currumbin. Ellos se quitaron la espina de ver Koalas y Kangaroos. A mi no me gustan los Zoos, los animales tienen derecho de estar en libertad si se encuentran con las condiciones ideales para estarlo.
Cuando llevaba un mes y medio en Australia, sin buscarlo, apareció mi primer Koala. Fue perfecto y muy emocionante porqué los españoles estábamos reunidos en la BBQ que AUssieYouTOO había preparado para los estudiantes de Byron Bay. Y para muchos de nosotros fue nuestra primera vez. Lo vimos dormido y, los que no podíamos parar de ir a verlo, lo vimos trepar por el árbol, ¡Vaya movimientos más ortopédicos y a la vez ágiles!
El fin de semana pasado nos escapamos con la furgoneta «Mister Nice» destino Yamba. Al decírselo a Marta Caparrós, me recomendó que alargáramos hasta Angourie y Brooms Head.
¡Gracias Marta! No sólo encontramos las playas más vírgenes y salvajes que nunca he visto sino que vimos muchos pero que muchos Kangaroos salvajes.
Ahora mi mente ya está tranquila, cómo la del resto de personas que hemos visto las dos K. Lo tacho de la lista y cómo dice Germán, un buen amigo, ya puedo volver a España. ¡Ni de coña! Aun me quedan 5 meses. 😉
#LaBecaDeMiVida 