los españoles

Una de las preguntas antes de venir a Australia es ¿Cómo son los australianos? Los «aussies» – «australiano» en su slang – en su mayoría son personas muy abiertas y extrovertidas. En mi opinión, son una versión mejorada de los españoles. Os cuento las situaciones que he vivido y entenderéis el porqué.

Fui a pasar el fin de semana a Ballina, sola y con la furgoneta. El domingo quería nadar el lago Shaws Bay. De las ganas que tenía estuve 30′ sin parar. Cuando me senté para descansar, vino un hombre australiano de uno 65 años y me preguntó si estaba sola, de dónde era, qué hacía en Australia…y me invitó a unirme con su familia. Acepté sólo por la curiosidad de saber qué pasaba. Me presentó a toda su familia – pequeños y mayores. Me senté con ellos, hablamos y luego me invitaron a dar un paseo por el lago con su paddle surf. Nos dimos los nombres, teléfonos y me dijeron que estaba invitada todos los días, que me esperaban, que ellos siempre estaban por allí! Así, sin más…¡Alucinante!
Un día se nos ocurrió ir hasta Bangalow en bici. Hasta el pueblo hay 16Km de nada y la dificultad es llegar con las bicis baratas que compramos: difícilmente cambian de marcha y están muy oxidadas. Llegamos bien a Bangalow, el problema apareció cuando quise poner una marcha en la que la cadena me saltaba – y me sigue saltando. La cadena quedó atascada entre los radios de la rueda y los piñones de la bici. Imposible de sacarla. Después de 15 minutos tirando sin conseguir nada, apareció un hombre australiano con una sonrisa y me dijo «¿Necesitas ayuda?». Sin decir nada más, en 5 minutos y después de hacerse un corte en la mano sin inmutarse, me arregló el problema. Del otro lado de la calle, que había gente mirando, aplaudieron y gritaron «You are a hero!». No sé de dónde apareció pero sigue siendo «Mi héroe».
Durante un break de mis clases de inglés me fuí a un banco, un poco apartado para mirar unos papeles importantes que tenía que entregar. Cuando llevaba un rato, dos chicas se acercaron a mi, irrumpiendo mi concentración, y una de ellas dijo: «Ya se que esto te parecerá muy raro pero te quiero decir una cosa». Yo no entendía nada, no sabía si se trataba de una broma o me había pillado en un momento en el que estaba «en la luna». La chica me vio la cara de poker y ella siguió hablando «quiero desearte un día estupendo y que sepas que cualquier cosa que hagas te irá genial porqué te lo mereces, eres estupenda! ¡Que tengas un buen día!». Me sonrió y se fueron.
Ayer a las 8pm estaba sentada en la mesa de la cocina cenando, delante de la cual hay una mesa de billar. De repente aparecieron mi compañero de piso australiano con su novia australiana. Ella se puso delante mio y me dijo: «Vamos a jugar al billar y cada vez que alguno de los dos acierte una bola el otro se tiene que quitar una pieza de ropa. Espero que no te ofendamos…». Yo le mire riendo y ella siguió: «He traído unas toallas por si acaso…no queremos ofenderte…» En este punto entendí que no saben que los españoles también hacemos estas tonterías. La diferencia es que no lo hacemos a las 7pm de la tarde y menos con nuestra pareja delante de alguien que no conocemos!